lunes, 25 de abril de 2011

Alto riesgo en EE UU, absueltos en España

Los informes secretos norteamericanos acusan a un talibán ceutí y a un marroquí residente en Madrid, expresos de Guantánamo, de contactos con dirigentes de Al Qaeda.




Hamed Abderramán, el denominado talibán español, y Lahcen Ikasrrien,  presos en Guantánamo durante años, entregados por EE UU y absueltos por la justicia española, fueron catalogados como presos de alto riesgo y con un valor de inteligencia medio. 
El informe de Hamed Abderramán, Hmido, ceutí de 36 años, ocupa tres folios y está fechado el 30 de agosto de 2003, seis meses antes de que fuera entregado a las autoridades españolas tras las gestiones diplomáticas del Gobierno de José María Aznar con la Administración de George W. Bush. El juez Baltasar Garzón reclamaba también su entrega y le acusaba de haber sido captado para hacer la yihad en Afganistán por la célula de Abu Dahdah.
El 11 de abril de ese mismo año, el departamento criminal de la base militar había desaprobado la transferencia del preso a España. Hamed fue entregado en febrero de 2004 cuando cumplía dos años de estancia en Guantánamo.


 Al llegar a Madrid fue conducido a un hospital para un reconocimiento médico y posteriormente ingresó en prisión, donde permaneció hasta que fue juzgado y condenado por la Audiencia Nacional a seis años de cárcel por pertenencia a banda terrorista. 
El tribunal supremo le absolvió en una sentencia contundente e histórica en la que anuló por inconstitucionales todas las pruebas obtenidas en Guantánamo por dos policías españoles que le interrogaron tres veces esposado y atado al suelo por una argolla. 
            "Venimos de parte del Gobierno español", le dijeron los agentes. Los policías     coordinaron su viaje con miembros del FBI en la Embajada de EE UU en Madrid.
El talibán ceutí fue fichado con el número 267. El informe secreto resume su vida y sus supuestas actividades yihadistas en España y Afganistán. "El detenido asegura que entre 1990 y 1995 trabajó en la construcción cuando encontraba trabajo, y en ocasiones fue ladrón y traficante de drogas.
 Estuvo un año en el Ejército español, donde fue cocinero, trabajó en un mercado de pescado y continuó vendiendo droga. En 1999 él y sus hermanos entraron en el movimiento Jamaat Tablighl y viajaron a Marruecos por invitación de un extremista. 
Allí se interesó por la yihad en Chechenia y fue reclutado por un hombre llamado Naiz", asegura el relato sobre su detención. Según el documento, fue Naiz quien le pagó un viaje a Londres, donde, supuestamente, vendió drogas en una discoteca en la que trabajaba para devolver el dinero que le había proporcionado su hermano. 
Por indicación de Naiz viajó a Afganistán vía Irán y llegó a un campo de entrenamiento a las afueras de Kabul, donde le instruyeron en el uso del fusil AK-47. 
La descripción incluye la nota de un analista de inteligencia del campo en la que cuestiona el relato de Hamed Abderramán y asegura que ha "minimizado" su entrenamiento en este campo, donde en realidad fue entrenado en otras armas y "en el uso de explosivos".
La evaluación del expreso español en Guantánamo recoge que, según su versión, tras los atentados del 11-S de 2001 le dieron la oportunidad de quedarse a luchar en Afganistán contra los norteamericanos o marcharse. Eligió irse. Para ello, intentó cruzar con un grupo de árabes la frontera con Pakistán, donde fueron arrestados por militares de este último país. 
El analista vuelve a dudar de su versión y asegura que el ceutí estuvo involucrado en el secuestro de uno de los autobuses en el que él y los árabes iban detenidos y varios agentes paquistaníes fueron asesinados.
El Departamento de Defensa norteamericano argumentó que el preso 267 debía permanecer en Guantánamo por ser un miembro de Al Qaeda, especializado en armas, explosivos y tácticas. De no ser así, regresaría a España para formar parte de la red terrorista europea. "Informaciones sensibles indican que el detenido y sus hermanos pertenecen a la red española de extremistas islámicos. 
Ha estado indirectamente relacionado con Abu Dahdah, asociado de Osama Bin Laden en España. El detenido fue reclutado por sus ideas extremistas. Sigue dedicado a la causa de la yihad contra EE UU", dice el párrafo dedicado a las causas de su detención.
Además de acusar a Hamed Abderramán de ser un miembro de Al Qaeda, el informe oficial asegura que el preso español fue trasladado desde Afganistán a la base de Guantánamo por su conocimiento del tráfico de visas ilegales iraníes facilitadas por una persona sin identificar en la Embajada de Irán en Madrid.
 No ha trascendido la supuesta existencia de esa red de visas ilegales, supuestamente para yihadistas que desean viajar a Irak.
Hamed recuerda así los interrogatorios de los policías españoles. "Me encontraron sentado en una silla, con la cabeza rapada, encadenado de pies y manos... Querían saber si era español... Me tomaron huellas y grabaron en vídeo... Les dije lo que querían oír, que fui a hacer la yihad...".
  Aseguró que viajó a Afganistán para mejorar su conocimiento del islam.
Desde su absolución, Hamed Abderramán vive en Ceuta con su madre y hermanas. Todos aguardan la suerte de sus hermanos Mustafá y Yusef Abderramán, procesados por colaboración con banda armada. 
Según la policía, ambos eran supuestos miembros del Ejército del Mesías, un grupo salafista cuyo objetivo era liberar Ceuta y Melilla del "dominio" español e iniciar la reconquista de Al Andalus por los musulmanes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario